div id='fb-root'/>

Vistas de página en total

Powered By Blogger

viernes, 18 de marzo de 2016

Fondos FEDER Y FEOGA. Finca el Villar de los Álamos


Recuperación de paneras para actividades en la naturaleza al cobijo de las paneras.

Durante años las paneras han servido de refugio ante animales y las inclemencias del tiempo así como almacén para grano y paja destinado al ganado; estos eran los usos para los que eran utilizadas las tradicionales paneras que siembran los campos charros salmantinos. Estas edificaciones han sido utilizadas durante años por los pastores y mayorales que cuidaban de las fincas y el ganado. Pese a ser uno de los elementos arquitectónicos más importantes de la cultura tradicional, con los años han dejado de tener este uso pasado a ser un edificio de los recuerdos.
Nos encontramos en la finca de ``El villar de los Álamos´´, situada en Aldehuela de la Bóveda, a 20 kilómetros de la capital salmantina donde se encuentra un claro ejemplo del aprovechamiento de estos edificios emblemáticos, principales protagonistas en las labores del campo y ganadería salmantina.

Esta fue la visión y la intención de Guillermo Marín Gómez de Liaño al que hoy entrevistamos.  Cuando, en el año 2003, decidió aprovechar esta edificación para conjugar su trabajo como organizador de eventos con su placer por el campo y los toros. Después de varias experiencias realizando actividades de ocio en el campo, utilizando carpas y sirviendo comidas con caterings se dieron cuenta que si ofrecían un servicio de calidad la demanda de ese  producto existía. De esta manera decide mostrar su propio negocio para darle un uso continuo a las instalaciones y dotarlas de todas las comodidades para el cliente. Para ello, adquirió el solar y las antiguas paneras para sus rehabilitaciones y equipamiento, conservando los elementos estructurales característicos de la arquitectura tradicional.

Un servicio de calidad
Guillermo Marín ha ido poco a poco dando forma a su proyecto hasta convertirlo en un lugar de celebraciones donde la calidad prima en todas sus actividades. La gama de servicios se ha ido ampliando, ya no solamente a las actividades de ocio en la naturaleza relacionadas con el toro bravo, como faenas de acoso y derribo, la vista a la camada d toros, tentadores a campo abierto o en plazas, observar las distintas etapas de la crianza de toros en vehículos 4x4 o contemplar las labores propias del campo. Ahora, atienden gracias a las nuevas instalaciones, congresos, incentivos de empresa, reuniones privadas, presentaciones de empresas, bodas…
Pero Guillermo Marín destaca dos cosas sobre todos ellos. Por un lado la gratificación personal de poder mostrar a la gente un lugar tan propio como el campo charro, en el que siempre ha vivido y que a la vez disfruten de toda la finca y sus instalaciones.
Se enorgullece de haber creado un espacio muy especial, diferente, el lugar donde está situado y las visitas que tiene y sobre todo, donde transmite este cuando el cliente está en él, por lo que se ve, lo que se respira y por las sensación de espacio que desprenden sus terrazas y rincones.

Unos toros legendarios

Pero la pasión por el campo y por los toros no es algo casual en la vida de Guillermo Marín. Desde pequeños se ha criado en el campo, en contacto directo con los toros y ganaderías cuidadas y criadas por varias generaciones anterioes a él. Su experiencia en la hostelería se ha complementado con el arte del toro, liderando a los toros Sánchez-Tabernero aprendió las artes de la muleta y el estoque
De esta manera, en la finca de ‘Él villar de los Álamos´´, uno de los enclaves señeros e históricos de la ruta del toro salmantina, se alimenta y disfruta del campo la legendaria ganadería de Mercedes Pérez-Tabernero. Unas seiscientas cabezas de  ganado, repartidas por entre las seiscientas hectáreas de terreno, que permiten a este joven emprendedores favorecer la preservación y valorización del ecosistema de la dehesa salmantina del campo charro, ya que todas las actividades se realizan respetando el medio ambiente y el entorno rural. 





1 comentario:

  1. De esta manera, en la finca de ‘Él villar de los Álamos´´, uno de los enclaves señeros e históricos de la ruta del toro salmantina, se alimenta y disfruta del campo la legendaria ganadería de Mercedes Pérez-Tabernero. Unas seiscientas cabezas de ganado, repartidas por entre las seiscientas hectáreas de terreno, que permiten a este joven emprendedores favorecer la preservación y valorización del ecosistema de la dehesa salmantina del campo charro, ya que todas las actividades se realizan respetando el medio ambiente y el entorno rural.

    ResponderEliminar