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miércoles, 30 de marzo de 2016

Entrevista a Silvia Clemente, Presidenta de la Cortes de Castilla y León

Aprovechando un acto institucional celebrado en el edificio antiguo de la Universidad de Salamanca pudimos hablar con Silvia Clemente. 

La actual presidenta de las Cortes de Castilla y León en 1999 fue nombrada Directora General de Calidad Ambiental de la Consejería de Medio Ambiente y el 19 de mayo de 2001 el Presidente de la Junta de Castilla y León le encomienda la máxima responsabilidad de este departamento como Consejera de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León, abordando en esta etapa actuaciones en relación con el ciclo del agua, la gestión de los residuos, los espacios naturales y la gestión forestal así como en educación ambienta....
Que mejor que ella para seguir investigando como se ha transformado el medio rural salmantino tras la integración en la UE.

Entrevista Completa:

PREGUNTAS A LA PRESIDENTA DE LAS CORTES DE CASTILLA Y LEÓN POR
ALUMNOS DEL COLEGIO MONTESSORI DE SALAMANCA.

¿Podría hacer una valoración sobre los 30 años de España en la Unión Europea?

El 1 de enero de enero de 1986 España comenzó a formar parte de la Comunidad Económica Europea (CEE), la actual Unión Europea. La entrada de España junto con Portugal significó la tercera ampliación de la Unión Europea que pasó de 10 a 12 socios.

España siempre ha sido parte de Europa por su historia y su cultura, y sobre esta base se asienta nuestra vocación europeísta. Por ello creo que la adhesión de España a la Unión Europea representó el reconocimiento de esa realidad y la voluntad inequívoca de nuestro país de querer ser parte esencial de la definición y del futuro del proyecto europeo.

En aquel momento todas las fuerzas políticas y sociales estuvieron de acuerdo en que el futuro de España pasaba por Europa y que la Unión Europea nos ayudaría en el desarrollo y la modernización de nuestro país.

Posteriormente, la decisión de España de formar parte de la moneda única desde sus inicios ratificó la voluntad española de participar, con todas sus consecuencias y con toda su profundidad, en un futuro europeo común.


Por ello, unanimidad, europeísmo y modernización son palabras claves que resumen estos 30 años de España a la Unión Europea.

A la hora de valorar estas tres décadas de España como miembro de la Unión Europa, hay que destacar que el balance es en general muy positivo puesto que nos ha permitido impulsar en nuestro país grandes reformas que han contribuido a la prosperidad y bienestar de la sociedad española, y obtener el apoyo financiero y los recursos necesarios para mejorar las infraestructuras, modernizar la economía e impulsar el desarrollo de todas las Comunidades Autónomas, entre ellas Castilla y León.

Los fondos procedentes de Europa han permitido que Castilla y León haya podido alcanzar situaciones económica y sociales a la altura del resto de Europa, mejorando las infraestructuras, conservando el medio ambiente, fomentando el empleo, manteniendo la renta a los agricultores y ganaderos, que son de vital importancia para el desarrollo económico y social de Castilla y León y de sus habitantes.
Pero además y más allá de la modernización de nuestro país, hay que señalar que en estos 30 años España ha experimentado una gran transformación política, social y cultural que tiene como resultado un Estado más democrático en materia de libertades, igualdad y solidaridad, con unas instituciones más sólidas y más abierto al mundo.


¿Cómo ha contribuido la entrada de España en la Unión Europea?

Creo que Europa ha sido una oportunidad para España, pero también que España ha sido un activo muy significativo para la Unión Europea, puesto que ha aportado un mercado muy importante formado por más de 46 millones de personas, y una visión distinta sobre los problemas y las necesidades de Europa, y que han dado paso a políticas orientadas a reforzar la cohesión social y territorial entre las diferentes regiones de la UE.

Además, la vocación europeísta de los gobiernos y de la sociedad española se ha visto reflejada tanto en la calidad que los profesionales que se fueron incorporando a las instituciones comunitarias, y que a lo largo de estos años han contribuido a los debates y el diseño de las políticas europeas, como también en el apoyo de la opinión pública que mayoritariamente ha considerado a la Unión Europea como un factor positivo para España.

¿En qué consiste la política de desarrollo rural?

Es importante hacer una pequeña reflexión sobre la evolución de la política de desarrollo rural de la UE, que ha pasado de ser, en sus inicios, una política centrada en los problemas estructurales del sector agrícola hasta convertirse en una política que aborda las múltiples facetas de desarrollo y de diversificación de actividades que afectan al medio rural.

Desde su creación en 1962, la Política Agraria Común (PAC) ha sido el marco de regulación de un sector fundamental en la economía europea, como es el sector agrario. Si esta política nació con el objetivo de proporcionar alimentos a los ciudadanos de la Unión Europea y facilitar un nivel de vida equitativo a los agricultores, en su última reforma, la Unión Europea estableció que la PAC debía orientarse a poner el acento en la producción, fomentar la competitividad, el respeto al medio ambiente y el desarrollo del medio rural.

En una Comunidad como Castilla y León el desarrollo rural tiene que ser un eje transversal de toda la política que se desarrolle en nuestra Comunidad Autónoma; nada de lo que se haga, ninguna de nuestras preocupaciones, puede ser ajena al desarrollo rural.

Castilla y León es la región más extensa de España, y la tercera de toda la Unión Europea de las 272 regiones que en la actualidad hay en la UE-28; pero, con 2,5 millones de habitantes, tiene una densidad de población cuatro veces más baja que la media de España y que la de esa misma UE-28.

Por eso en Castilla y León todas las políticas, y singularmente las de creación de empleo, de prestación de servicios básicos, de infraestructuras de comunicación o de preservación de los recursos naturales, deben planificarse y desarrollarse con una atención muy especial en el medio rural.

¿Cómo ve el futuro del sector primario en Castilla y León?

El sector PRIMARIO de Castilla y León es la base de la riqueza de la economía de Castilla y León, por su incidencia en la creación de empleo y en la fijación de población en las zonas rurales.

La agricultura y la ganadería de Castilla y León, y su vinculación al sector agroalimentario vienen a representar el 11% del Producto Interior Bruto regional, y dan empleo a cerca de 100.000 personas.

Más allá de las cifras socio económicas, el sector agrario de Castilla y León destaca por ser principal productor de muchos de los cultivos y producciones ganaderas, más importantes a nivel de España.

En cuanto a la industria agroalimentaria, esta cobra especial relevancia, tanto desde el punto de vista de su capacidad para generar actividad y crear empleo en las zonas rurales, como por constituir la vía principal para dotar de valor añadido a las producciones primarias de la Comunidad.

La industria agroalimentaria es la principal actividad del sector industrial Castilla y León, y engloba a 3.073 empresas cuya cifra de negocios alcanza en torno a los 10.000 millones de euros

Además en Castilla y León existen 61 figuras agroalimentarias de calidad diferenciada donde están representados todos los sectores agroalimentarios (carnes frescas, embutidos, vinos, quesos, legumbres, frutas y hortalizas, dulces…), lo que nos sitúa como referente a nivel nacional; y por delante de 13 países de la UE 28 con más productos protegidos que muchos países europeos.
A partir de aquí, impulsar el crecimiento del sector agrario y agroalimentario en esta Comunidad requiere desarrollar actuaciones que contribuyan a la mejora de su competitividad.
En este sentido, el apoyo financiero de la UE nos ha permitido avanzar en la mejora y modernización de los regadíos, en favorecer la incorporación de jóvenes a este sector, en mejorar la competitividad de las industrias agroalimentarias, así como en la creación de marcas de calidad para nuestros productos.

Para seguir avanzando en esta dirección, Castilla y León cuenta con la Ley Agraria de Castilla y León que fue aprobada por las Cortes de Castilla y León el 12 de marzo de 2014, con el consenso de todos los grupos políticos y de las Organizaciones Profesionales Agrarias y de las Cooperativas.

El futuro de Castilla y León pasa por el campo y el desarrollo del medio rural y esta Ley Agraria de Castilla y León es la que va a permitir, seguir avanzando en el crecimiento y en la mayor competitividad del sector agrario de Castilla y León y sobre la que se tiene que cimentar el futuro de este sector.







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